En un experimento que duró tan solo unas semanas, un tapete de microbios de la Antártida logró sobrevivir a las condiciones ambientales de MARTE. Los microorganismos pudieron mantener cierta actividad biológica, lo que es un requisito fundamental para lograr adaptarse y sobrevivir en un ambiente tan duro y hostil como la vida en Marte.
Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Centro de Astrobiología (CAB), (INTA-CSIC) ejecutaron el experimento con la ayuda de la cámara de simulación MARTE, la cual recrea las condiciones climáticas y el ciclo diurno/nocturno del planeta rojo.
Durante quince días, los científicos expusieron tapetes de cianobacterias de la Antártida a la cámara de simulación, la cual imita aspectos extremos del planeta marciano como la presión, la temperatura superficial y ambiental, la composición gaseosa y la radiación, y el ciclo de humedad e hidratación del planeta.
El simulador del CAB es capaz de imitar la presión de Marte, la cual es de aproximadamente siete milibares, entre cien a mil veces más baja que la de la Tierra.
Además, las temperaturas oscilan hasta los 70 grados centígrados entre el día y la noche y existen grandes diferencias entre el invierno y el verano.
De igual manera, la cámara MARTE copió el ciclo de humedad e hidratación del planeta rojo, el cual provoca los procesos de congelación, fusión, evaporación, condensación y sublimación de este planeta. Esto ha permitido que los microorganismos antárticos sobrevivieran en estos ambientes extremos.
Entre las conclusiones más destacadas del experimento está no solo la supervivencia de los microbios, sino que lograron mantener cierta actividad biológica en MARTE. Esto representa un excelente indicio de cara al futuro, ya que demuestra que ciertas formas de vida con capaces de adaptarse y sobrevivir en dichas condiciones.
“Quizás esto indique que los consorcios microbianos de ambientes extremos en la Tierra, tales como los tapetes de cianobacterias antárticos, podrían mantenerse y quizás prosperar en ambientes extraterrestres tremendamente hostiles como Marte”, aseguró el investigador de la UAM y coautor del experimento, Antonio Quesada.}
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