Rodrigo “N”, un joven de 13 años, ha sido liberado luego de apuñalar 15 veces a su exnovia, de la misma edad, en las calles de la colonia Iztapalapa; un Juez de Control Especializado en Justicia para Adolescentes, ha generado controversia y debate sobre la aplicación de la ley en casos de violencia juvenil.
Según fuentes del Poder Judicial de la Ciudad de México, el juez decidió no iniciar un proceso contra Rodrigo “N”, argumentando que el adolescente “no es sujeto de la ley” y priorizando el “interés superior de la infancia”.
Esta determinación ha provocado críticas y cuestionamientos sobre la efectividad del sistema judicial en proteger a las víctimas y castigar a los responsables, especialmente en casos de violencia de género.
El incidente ocurrió cuando Rodrigo “N”agredió a su exnovia, Alondra “N”, en repetidas ocasiones con un cuchillo, tras insistir en retomar su relación. A pesar de las negativas de Alondra y de las amenazas recibidas,
Rodrigo llevó a cabo el ataque en plena vía pública, dejando a la joven gravemente herida. Mientras tanto, Alondra se recupera en un hospital público en la alcaldía Miguel Hidalgo, y las autoridades han puesto en libertad a Rodrigo.
El debate de “no es sujeto de la ley”
Este caso ha generado un intenso debate sobre la efectividad del sistema judicial en abordar la violencia juvenil y proteger a las víctimas.
Algunos argumentan que la liberación de Rodrigo “N” envía un mensaje peligroso de impunidad y falta de responsabilidad, especialmente en casos de violencia de género.
Por otro lado, hay quienes defienden la decisión del juez, enfatizando en la importancia de rehabilitar y reintegrar a los jóvenes en conflicto con la ley.
Rodrigo “N” y la resolución de justicia
El caso de Rodrigo “N” resalta la necesidad de una revisión exhaustiva de las leyes y políticas relacionadas con la justicia juvenil, así como una mayor atención a la prevención y educación en temas de violencia de género desde una edad temprana.
A medida que la sociedad continúa abordando estos desafíos, es crucial encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos de los jóvenes y la responsabilidad por sus acciones, garantizando así un sistema de justicia equitativo y efectivo para todos.
Más información relevante aquí.
