A través de la diversificación de negocios, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha logrado captar todo el mercado del lavado de dinero en México. El CJNG cambió los giros mercantiles comunes del narcotráfico, como inmobiliarias y construcción, a varios comercios poco tradicionales a la hora de lavar dinero.
Entre la presidencia de Enrique Peña Nieto y la de Andrés Manuel López Obrador, distintos carteles han establecido 136 negocios dedicados exclusivamente al lavado de dinero. La mayoría de estas empresas pertenece al CJNG.
Además, a lo largo de la última década, Jalisco se ha posicionado como la ciudad ideal para el lavado de dinero, con los municipios de Guadalajara y Zapopan, en donde se identificaron negocios de constructoras, empresas inmobiliarias y salones estéticos; giros comunes en la práctica del narcotráfico.
Tan sólo en Jalisco están 106 de los negocios identificados, correspondiente al 77.9 por ciento, le siguen entidades como:
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Sinaloa (16)
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CDMX (3)
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Estado de México (2)
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Zacatecas (2)
No obstante, desde el 2018, el CJNG decidió revolucionar las prácticas de lavado de dinero en el país y empezaron a colocar establecimientos que rompían con todos los estereotipos establecidos por el narcotráfico de antaño.
Entre los nuevos negocios que implementó el CJNG entre sus métodos de lavado están:
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Despachos de arquitectura
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Empresas de construcción
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Despachos de diseño gráfico
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Tours por pueblos mágicos
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Grupos deportivos
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Escuelas de fútbol
Gracias a la diversificación de comercios, el crimen organizado logró escapar del radar de las autoridades mexicanas, sin embargo, en Estados Unidos consiguieron rastrear e identificar sus nuevas conductas.
