A partir de las 10:01 del martes pasado, los aranceles del 25% a todo el acero y el aluminio importados a los Estados Unidos impuestos por el presidente Donald Trump entraron en vigor, en lo que representa el último movimiento en la guerra comercial impulsada por el mismo mandatario.
La intención de Trump con esta política financiera es nivelar el campo de juego para la manufactura estadounidense, pero amenaza fuertemente con aumentar los precios de una amplia gama de bienes de consumo e industriales para los ciudadanos de Estados Unidos, además de que ya tuvo repercusiones significativas en la bolsa.
Los países más afectados por los aranceles son Canadá, el mayor proveedor extranjero de acero y aluminio a Estados Unidos, además de Brasil, México y Corea del Sur, que han disfrutado de algún nivel de exenciones o cuotas.
En particular, para México, las exportaciones de acero y aluminio tienen un valor total estimado de 34,830 millones de dólares, una parte esencial del comercio con Estados Unidos. Este nuevo arancel afectaría aproximadamente el 6.8% de las exportaciones totales de productos mexicanos, lo que podría traducirse en pérdidas millonarias para la industria.
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La respuesta por parte de otros países no se ha hecho esperar. La Unión Europea anunció este miércoles una serie de aranceles dirigidos a productos industriales y agrícolas de Estados Unidos, como una respuesta directa a los recientes aranceles impuestos sobre las importaciones de acero y aluminio.
El bloque europeo, reconocido como el mercado más grande del mundo, había anticipado las acciones estadounidenses y ha reaccionado con medidas que afectarán bienes valorados en 26 mil millones de euros (28 mil millones de dólares).
No solo se incluyen metales industriales, sino también productos textiles, electrodomésticos y alimentos de alto consumo en Estados Unidos.
México aún no ha anunciado una posición oficial para imponer aranceles, pero se espera que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aborde la situación en reuniones con sus contrapartes estadounidenses.
Además, el domingo pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum celebró la pausa a los aranceles a México con un evento en el Zócalo de la CDMX tras lograr que el gobierno de Trump exentará los aranceles a todos los productos dentro del marco del T-MEC hasta el 2 de abril
Por su parte, el recién designado primer ministro de Canadá, Mark Carney, afirmó el martes que su gobierno mantendrá los aranceles en vigor hasta que Estados Unidos demuestre respeto y se comprometa con el libre comercio. Esto ocurre luego de que Donald Trump amenazara con una crisis económica sin precedentes para Canadá.
Carney, quien asumirá el cargo en los próximos días en reemplazo de Justin Trudeau, calificó las recientes medidas arancelarias de Trump como un ataque directo a los trabajadores, las familias y las empresas canadienses.
“Mi gobierno no levantará nuestros aranceles hasta que Estados Unidos nos trate con respeto y asuma compromisos sólidos y confiables con un comercio libre y justo”, declaró Carney en un comunicado.
Las autoridades canadienses estaban preparando una respuesta con aranceles de represalia contra los impuestos específicos de Trump sobre el acero y el aluminio. Se esperaba que el anuncio se hiciera el miércoles, aunque ahora su implementación es incierta.
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Carney se refería a los aranceles iniciales impuestos por Canadá, valorados en 30 mil millones de dólares canadienses (equivalentes a 21 mil millones de dólares estadounidenses), que afectan productos como jugo de naranja, mantequilla de cacahuate, café, electrodomésticos, calzado, cosméticos, motocicletas y ciertos artículos de pulpa y papel procedentes de EE. UU.
Reacciones internacionales y posibles represalias
Diversos países han manifestado su preocupación ante la imposición de aranceles al acero. La Unión Europea ha mencionado la posibilidad de implementar contramedidas, mientras que otras naciones, como Japón, han solicitado exenciones.
México aún no ha anunciado una posición oficial para imponer aranceles, pero se espera que el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aborde la situación en reuniones con sus contrapartes estadounidenses.
¿Qué lecciones dejó la imposición de aranceles en 2018?
En 2018, la administración Trump implementó aranceles similares al acero y al aluminio bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962.
Esto resultó en un incremento en la producción nacional de estos metales, pero también elevó los costos para industrias dependientes del acero, como la construcción y la manufactura automotriz.
Aunque los precios del acero aumentaron inicialmente, posteriormente se estabilizaron, pero nunca volvieron a los niveles previos a los aranceles.