Un nuevo episodio de violencia que refleja los peligros trágicos que atraviesan los migrantes en México sucedió durante la noche del pasado martes, cuando un grupo de 33 migrantes asiáticos, africanos y latinoamericanos que viajaban hacinados en una camioneta en Chiapas fueron acribillados por personal del ejército, lo que resultó en la muerte de seis migrantes y otros 12 heridos.
A través de un comunicado, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reconoció los hechos e informó que aproximadamente a las 20:50 horas del martes pasado, integrantes del Ejército Mexicano observaron una pick-up que iba a alta velocidad, la cual evadió al personal castrense tras hacer contacto con ellos.
Detrás de la pick-up, circulaban dos camionetas de redilas, que según la versión de la Sedena, “son como las que usan los grupos delincuenciales en esa región”. Poco tiempo después, los miembros del ejército habrían escuchado detonaciones, por lo que dos elementos dispararon contra una de las camionetas.
Según la Secretaría de Defensa, los agentes podrían haber confundido a los inmigrantes con miembros de un cártel.
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Tras el tiroteo, el personal militar identificó a 33 migrantes de nacionalidad egipcia, nepalí, cubana, hindú, pakistaní y árabe; cuatro fallecidos, 12 lesionados y 17 ilesos. Los militares trasladaron inmediatamente en vehículo al Hospital General de Huixtla, Chiapas, donde desafortunadamente dos más perdieron la vida.
Un colectivo de grupos de defensa de los derechos de los migrantes dijo en un comunicado que entre los muertos había cuatro hombres, una mujer y una niña. Los migrantes atacados, añadió el comunicado, procedían de Nepal, India, Egipto, Arabia Saudita, Pakistán y Cuba.
Separan de sus funciones a los elementos del ejército responsables de las muertes
En el comunicado, la Sedena aseguró que “separó de sus funciones” a los dos militares acusados de disparar contra los migrantes y podrían enfrentar una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR), que todavía no se ha pronunciado.
“Los dos militares que dispararon fueron separados de sus funciones y al ser un hecho donde se vieron afectados civiles, se hizo del conocimiento de la Fiscalía General de la República para que realice las diligencias legales correspondientes y determine y deslinde las responsabilidades que correspondan; sin perjuicio de que la Fiscalía General de Justicia Militar, realice las investigaciones respecto a la disciplina militar”, aseguró el Ejército.
Al respecto, Catalina Pérez Correa, experta en militares del Centro de Estudios Constitucionales de la Suprema Corte de Justicia, declaró este tipo de casos casi no son investigados:
“Normalmente, cuando hay enfrentamientos, el comunicado es siempre igual: vieron un vehículo sospechoso, repelieron la agresión y presentan el saldo. Y ahí queda. Y no se investiga”
“Hasta que no existan investigaciones independientes por autoridades distintas a la propia Sedena (…) no vamos a saber qué es lo que pasó y no habrá rendición de cuentas”, dijo Pérez Correa.
Chiapas: Un infierno para migrantes
Migrantes que buscan llegar a Estados Unidos frecuentan la ruta por Chiapas, en la frontera con Guatemala, donde la violencia ha aumentado debido a enfrentamientos entre grupos criminales. Durante poco más del primer semestre de 2024, las autoridades mexicanas detuvieron a 285 mil 157 migrantes en el estado, solo superado por el estado vecino de Tabasco. Además, cada vez son más los migrantes procedentes de Asia y África que viajan a Centroamérica y Sudamérica para dirigirse al norte.
En la actualidad, Chiapas está controlado por la guerra entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, debido su ubicación geográfica, que la convierte en el principal punto de entrada de migrantes procedentes de Centro y Sudamérica.
Apenas horas antes de la tragedia en Chiapas, la primera mujer presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tomó posesión de su cargo. En su primer discurso, rechazó varias críticas sobre el aumento de la militarización en México, una iniciativa que su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, impulsó durante su gobierno.
“En nuestro país no hay estado de excepción, no hay violaciones a los derechos humanos (…) Lo que hay es más democracia, más libertades y un Estado de derecho”, aseguró Sheinbaum.
Tras escuchar los reportes de lo sucedido, la presidenta lamentó lo sucedido y aseguró que debe resultar en sanciones:
“Es un hecho lamentable y tiene que ser investigado y sancionado. Los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional que dispararon ya están puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) y es la Fiscalía la que tiene que hacer la investigación de cómo ocurrieron los hechos, las responsabilidades, si hay responsabilidad adicional de mandos o solamente de los soldados que dispararon”, dijo Sheinbaum en su conferencia de prensa de este jueves 3 de octubre en Palacio Nacional.
De igual manera, ni el gobernador en funciones de Chiapas, Rutilio Escandón, ni su sucesor, Eduardo Ramírez, que tomará posesión del cargo en diciembre, realizaron comentarios sobre la masacre.
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