A través de una publicación en Truth Social, el presidente de los Estados Unidos (EE. UU.), Donald Trump aseguró que “el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el Representante Comercial de Estados Unidos, el Embajador Jamieson Greer, se reunirán en Londres el lunes 9 de junio de 2025 con representantes de China, en relación con el Acuerdo Comercial”, en lo que el mismo presidente aseguró que será una reunión que “saldrá muy bien entre ambos países”.
El anuncio de la reunión entre las dos economías más poderosas del mundo llegó después de una llamada de 90 minutos entre Trump y el líder chino Xi Jinping ayer, en donde ambos acordaron tratar de disminuir las crecientes tensiones provocadas por las preocupaciones sobre el flujo de minerales críticos que necesitan las empresas estadounidenses.
Apenas el mes pasado, los equipos de negociación de ambos países se reunieron por primera vez desde que Trump impuso aranceles a cientos de aliados y adversarios. Las reuniones tuvieron lugar en Ginebra, Suiza.
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En particular, Estados Unidos ha sufrido por la incertidumbre que provoca la falta de imanes de tierras raras esenciales para los vehículos eléctricos y los sistemas de defensa estadounidenses, mientras que China se enfureció por las nuevas restricciones estadounidenses a los chips de inteligencia artificial de Huawei Technologies Co., así como otras tecnologías avanzadas y las medidas enérgicas contra los estudiantes extranjeros en Estados Unidos.
Tras su llamada, Trump afirmó haber obtenido el compromiso de restablecer el suministro de imanes de tierras raras, ya que China aprobó licencias temporales de exportación a proveedores de minerales esenciales para los principales fabricantes de automóviles estadounidenses, según información de Reuters.
Sin embargo, aún quedan dudas sobre qué concedió Trump a Xi en su llamada, algo que el presidente estadounidense buscaba como parte de su política proteccionista.
Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino declaró en un comunicado que Trump le dijo a Xi que los estudiantes chinos eran bienvenidos a estudiar en Estados Unidos, y que posteriormente Trump afirmó que sería un “honor” para él recibirlos.
