El quinto episodio de The Acolyte, titulado “Noche”, ha sido considerado por muchos como el mejor de la serie hasta ahora, a pesar de llegar demasiado tarde para cambiar la percepción general de la nueva serie de Star Wars.
La serie, creada por Leslye Headland y alejada de la historia de los Skywalker, ha enfrentado críticas en sus primeros episodios, pero el reciente capítulo dirigido por el argentino Alex García López, conocido por su trabajo en Utopía, Daredevil y Cowboy Bebop, ha generado un alivio y un poco de interés.
THIS IS WHAT WE DESERVED FROM THE CLONE WARS FLASHBACKS IN AHSOKA #theacolyte pic.twitter.com/8AthfCD6z1
— steve (@bulepidr) June 26, 2024
La acción llega a The Acolyte
El episodio se centra en una secuencia de pelea de casi 35 minutos, relegando la exposición argumental y enfocándose en la acción; comienza resolviendo el cliffhanger de la semana anterior, con la aparición del misterioso Sith de rostro cubierto, maestro de Mae.
Este villano, después de liquidar a varios Jedi y dejar malherido a Yord, se enfrenta a Sol mientras los supervivientes de la comitiva buscan refugio.
Durante el enfrentamiento, Sol cuestiona al Sith por ocultar su rostro, a lo que él responde que es para proteger sus pensamientos del control Jedi.
La batalla se desarrolla en un bosque hasta que el Sith se encuentra con Jecki (Dafne Keen), quien ha esposado a Mae y le ha quitado el sable láser de Kelnacca que había robado.
Jecki, una joven padawan, logra mantener a raya al poderoso Sith utilizando dos sables láser color esmeralda, evocando las secuencias de Ahsoka en Clone Wars. Sin embargo, finalmente es derrotada y el Sith continúa su caza de Mae.
New favorite fighting style unlocked: headbutting lightsabers #TheAcolyte pic.twitter.com/s91lhY7NYr
— Chopper (@Chopper_Rebel) June 26, 2024
Revelación de la Identidad del Sith
En la revelación clave, el episodio muestra al Sith sin su casco, confirmando su identidad como Qimir, según un antiguo contrabandista y aliado de Mae, se había presentado como un facilitador y confidente, pero varias pistas habían apuntado hacia él como el verdadero villano.
Entre estas pistas se incluían la cita de la primera línea del código Sith, “La paz es una mentira”, y los parecidos en la inflexión de su voz.
Otra sospechosa era la Madre Koril, una de las brujas Brendok y madre de Osha y Mae, cuyo cuerpo no se vio entre los restos del incendio al final del tercer episodio; sin embargo, al final, resultó ser Qimir, algo coherente con la narrativa de la serie, aunque algunos fans lo encontraron predecible y falto de sorpresa épica.
La previsibilidad en la narrativa
Esta revelación resalta un desafío común en las ficciones de este tipo: equilibrar la sorpresa del fan con la coherencia narrativa. Una revelación inesperada podría parecer un Deus Ex Machina, lo que disminuiría la épica del momento.
A pesar de las críticas iniciales, este quinto episodio de The Acolyte ha demostrado que a Star Wars ha regresado, de momento, la habilidad de crear buenas secuencias de pelea entre sables de luz; algo que faltó en la trilogía pasada de películas.
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