La Organización de las Naciones Unidas (ONU) inició este martes con la celebración de la 79º Asamblea General, un evento en el que los líderes políticos de todo el mundo son invitados a intervenir en la sede de la institución en Nueva York. Los Jefes de Estado y de Gobierno suelen aprovechar esta cita anual para poner temas en la agenda internacional y fortalecer su presencia exterior.
La Asamblea General se extenderá hasta el 30 de septiembre, día hasta el cual los líderes mundiales se repartirán la oportunidad de dirigirse al mundo. Este martes fue el turno de los primeros 35 oradores, entre los que destacan Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, Javier Milei, presidente de Argentina, y Nayib Bukele, presidente de El Salvador, entre otros. Pero, ¿qué dijeron estos líderes mundiales?
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU
El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, inauguró los discursos ante la Asamblea General con una intervención alarmista. El funcionario portugués afirmó que el mundo se encuentra ante retos que no tienen precedentes. “El orden internacional de ha rotó”, exclamó antes de mencionar diversos conflictos, desde aquellos que tienen lugar en Congo, Yemen, Myanmar o Sudán, hasta los mediáticos conflictos en Ucrania y Medio Oriente.
Guterres también marcó distancias entre el presente y le era de la Guerra Fría. “En aquel momento había mucha tensión, pero la Guerra Fría tenía sus propias reglas, había líneas rojas que no se cruzaban y que hoy no tenemos, estamos en un purgatorio de la polaridad”, señaló. “El grado de impunidad en el mundo es moralmente intolerable”, complementó.
En otros temas, Guterres también recordó la importancia de atender el cambio climático como una emergencia global y de acortar cada vez más las desigualdades de todo tipo, desde el género hasta entre países. Para el final de su comparecencia, el líder de la ONU cerró con una dosis de optimismo y un llamada a la acción: “Si hay intención de diálogo, todos podemos dirigir al mundo hacia una senda más sostenible, sigamos avanzando para que haya menos impunidad y más justicia, porque las generaciones venideras nos juzgarán”, finalizó.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos
Joe Biden fue de los primeros en intervenir en la Asamblea General de la ONU. El mandatario estadounidense compareció en el recinto por última vez durante su administración y aprovechó para reivindicar el rol de Estados Unidos como primera potencia mundial.
Biden realizó un recopilatorio de todos los grandes acontecimientos nacionales e internacionales que le ha tocado presenciar desde que asumiera su primer cargo político como senador en 1972, como la guerra de Vietnam, el Apartheid, el atentado a las Torres Gemelas o el Covid, entre otras. “Hemos superado muchas cosas y si algo sé con mis años de experiencia es que las decisiones que tomemos hoy, marcarán el futuro en las décadas por venir”, recalcó antes de hablar sobre el presente.
Lo más destacado del resto de su discurso fue el llamado a desescalar la tensión en Medio Oriente, en una variedad de conflictos en los que señaló a los grupos islamistas Hezbolá y Hamás de haber iniciado los ataques, a los que después Israel respondió de manera desproporcionada. “Una guerra a gran escala no le conviene a nadie” sentenció al respecto. También, Biden condenó nuevamente la invasión de Rusia a Ucrania, a la que, dijo, su gobierno respondió de inmediato. “No podíamos quedarnos sin hacer nada ante tal violación de la Carta de las Naciones Unidas y no dejaremos de apoyar a Ucrania”, comentó.
Javier Milei, presidente de Argentina
Javier Milei, presidente de Argentina, se mostró muy crítico con la ONU en su conjunto en su primera comparecencia ante el organismo. El mandatario sudamericano comentó que consideraba que la institución se había perdido en el camino y la culpó de abrazar “políticas colectivistas de corte socialista”, como se refirió a la Agenda 2030.
“Esta organización dejó de velar por los principios de la libertad, la vida y la paz, y se transformó en un Leviatán que pretende establecer cómo deben vivir todas las personas”, siguió Milei. La dirección que ha tomado la ONU, según dijo, atenta contra la “soberanía de las naciones” y cae en una “violación sistemática de la libertad”. El presidente argentino también fue duro con la forma en la que la organización recomendó la cuarentena obligatoria durante la pandemia del Covid, algo que definió como un “delito de lesa humanidad”.
Milei finalmente defendió a Israel, a Ucrania y condenó a los gobiernos de Cuba y Venezuela, los cuales, afirmó, no tendrían que tener cabida en la ONU. También hizo un llamado a que la organización “reconduzca el camino y retome el camino de la libertad” y cerró con su tradicional grito de “viva la libertad, carajo”, que lo acompañó durante su campaña presidencial.
Nayib Bukele, presidente de El Salvador
Nayib Bukele se dirigió a la Asamblea General inmediatamente después de Javier Milei, un mandatario con quien coincidió en defender los valores de la propiedad privada y la soberanía nacional. El dirigente salvadoreño enfocó su discurso en lo mucho que él considera que ha cambiado su país desde su primera visita a Nueva York en 2019.
“El Salvador renació, pasamos de ser un país reconocido por ser el más violento del mundo a ser el país más seguro del hemisferio occidental”, señaló. Como respuesta a las críticas desde el exterior por su cuestionable historial de Derechos Humanos, Bukele sacó a relucir el argumento de la soberanía nacional y pidió a la comunidad internacional que deje a las distintas naciones “escoger su propio camino”, como ya lo había hecho en años anteriores.
Finalmente, definió a El Salvador como “un refugio en medio de una tormenta”, en referencia a los diversos conflictos que azotan el mundo, como la guerra en Ucrania, el conflicto en Medio Oriente o la criminalidad a la alza en muchas naciones europeas. “El mundo libre ya no es libre, porque sus ciudadanos no pueden caminar libremente en la calle, como si lo pueden hacer los nuestros en El Salvador”, comentó. Para cerrar, Bukele invitó a la comunidad internacional a acercarse a El Salvador, en lo que también parecía un llamado a la inversión extranjera. “Nosotros respetamos la propiedad privada y protegemos las inversiones”, apuntó al respecto ante la Asamblea General.
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