Frank-Walter Steinmeier, presidente de Alemania.Frank-Walter Steinmeier, presidente de Alemania.

El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, disolvió el Parlamento (Bundestag) este viernes y convocó elecciones para el próximo 23 de febrero. El Jefe de Estado cedió así a la petición del canciller socialdemócrata Olaf Scholz, quien perdió una moción de confianza hace dos semanas. Scholz se había expuesto a sí mismo ante el Bundestag tras la desintegración del gobierno tripartidista de coalición a principios de noviembre, con la intención de que se adelantaran las elecciones generales, programadas inicialmente para septiembre.

En los últimos años, Alemania ha experimentado un notable desgaste en su panorama político. Desde la llegada al poder de la “coalición semáforo”, integrada por los socialdemócratas del SPD, los liberales del FDP y los verdes, en 2021, el país ha enfrentado desafíos internos y externos. Algunos asuntos que han puesto a prueba la estabilidad de la administración de Scholz son la guerra en Ucrania, la crisis energética derivada de la reducción de suministros de gas ruso, la inflación y las tensiones económicas entre socios de gobierno por la aprobación del presupuesto para 2025.

Además, el ascenso de la extrema derecha y los movimientos populistas ha alterado la dinámica política. El partido Alternativa para Alemania (AfD) ha ganado terreno, especialmente en el este del país. Mientras tanto, los Verdes, aliados de Scholz, han visto disminuir su popularidad. Esto ha generado una creciente fragmentación del voto, lo que ha dificultado la formación de coaliciones duraderas. La falta de consenso sobre políticas clave, como los presupuestos, la defensa y la política migratoria, han debilitado aún más la confianza pública en el gobierno.

Scholz buscará repetir como canciller de Alemania

Al conocerse la ruptura entre socios de gobierno, la convocatoria de elecciones anticipadas se volvió algo inminente, porque los socialdemócratas no podían gobernar en minoría. Esto abrió un debate en el seno del partido, sobre si Scholz debería de repetir como candidato para los próximos comicios. Al final, el todavía canciller se impuso en la contienda interna y sí podrá competir por ser nuevamente jefe de gobierno en Alemania. Otro nombre que sonaba como candidato por los socialdemócratas era el de Boris Pistorius, su actual ministro de Defensa, pero no llegó a concretarse.

Scholz llevaba siendo canciller de Alemania desde el 8 de diciembre del 2021. En aquel momento, el contexto político llevó a los socialdemócratas a negociar la investidura con otros dos partidos: los verdes y los liberales. De esta manera, nació el gobierno tripartidista, con Scholz a la cabeza. Era el primer gobierno que se formaba después de los 16 años en que la Unión Demócrata Cristiana ejerció el poder a través de Angela Merkel. El carácter variopinto del nuevo Ejecutivo sería el causante de su tumultuoso andar en estos tres años.

Después de años de avances moderados, la tolerancia entre las tres fuerzas políticas –socialdemócratas, verdes y liberales– finalmente se rompió este noviembre. Entonces, Scholz acusó al liberal Christian Lindner, su ministro de Finanzas, de faltar a su confianza y de sabotear al Ejecutivo. Antes, socialdemócratas y liberales, dos formaciones que perciben la economía de manera distinta, habían tenido serios problemas en acordar la designación de presupuestos y la respuesta ante la recesión. La unión era tan débil entre socios que un desacuerdo personal terminó por desbaratar a la unión gobernante.

Los democratacristianos lideran las encuestas

Las próximas elecciones en Alemania, programadas inicialmente para septiembre de 2025, finalmente se celebrarán este 23 de febrero. En estos momentos, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) lidera las encuestas, con Friedrich Merz a la cabeza. Los democratacristianos intentarán sacar ventaja de la problemática administración de Scholz, en la que Alemania se ha visto castigada económicamente. De esta manera, la CDU intentará regresar al poder solo cuatro años después de que Merkel dejara el cargo.

Otro asunto interesante de será ver qué tanto crecerá Alternativa para Alemania, el partido de extrema derecha que ya tiene el poder en algunos gobiernos regionales, como en Turingia. Los ultras alemanes han ido creciendo en los últimos años, pero el resto de partidos ha cerrado la puerta a gobernar con ellos. Ahora, el partido liderado por Alice Weidel buscará pisar todavía con más fuerza en febrero, para forzar una negociación con ellos de cara a la formación del próximo Ejecutivo.

Más información relevante aquí. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *