Las peores infancias de la pantalla están en toda, historia que tiene villanos y héroes y personas que solo quieren sobrevivir o resolver un problema, pero sus personalidades se basan en todo lo que vivieron en la infancia, por ello te presentamos.
El carácter de una persona, es determinado por lo que le pasó de joven o infante.
Para mencionar algunos ejemplos, tenemos a Beverly Marsh, de It, quien creció con abusos y acoso por parte de su padre.
A pesar de sus circunstancias y de pertenecer al club de los perdedores.
Es la única mujer entre todos quien además de crecer con medio, forja su carácter fuerte y determinado.
Arthur Fleck, conocido como el Joker, es otro de los personajes que no tuvieron una infancia fácil, ya que los abusos y las burlas crearon en él problemas mentales.
Peores infancias de la pantalla
Doofersmith
El científico loco de Phineas y Ferb, no es malvado, pero se cree malvado, su actitud grosera y amarga llega debido a una niñez miserable.
Ninguno de sus padres estaba presente cuando nació, por lo cual podría ser adoptado, lo vestían como gnomo para jardín y nadie asistía a sus fiestas de cumpleaños.
Harry Potter:
Luego de la muerte de sus padres, Harry es entregado a sus tíos para que se encarguen de su tutela.
Sin embargo, no lo trataron igual que a un hijo, ya que era castigado constantemente, no tenía un cuarto y no creció con los lujos que tenía su primo.
El niño con la pijama de rayas:
Bruno es el protagonista de la cinta, quien se muda a Auschwitz con su familia y deja a sus amigos y su vida atrás.
No tiene amigos en su nuevo vecindario, que está cerca de un campo de concentración y cada vez se le ve más curioso por el campo de concentración.
Eleven de Stranger Things
Desde muy joven, Eleven es secuestrada por el Dr. Brenner y su infancia la vive con un grupo de niños.
Pero no vivió una infancia feliz conviviendo con los niños, porque los sometidos en un laboratorio y obligados a hacer pruebas muchas horas del día sin descanso.
The umbrella academy
Los niños de la Academia nacieron en 1989 de mujeres que no estaban embarazadas.
Los siete niños los adoptadó Sir Reginald Hargreeves y los entrenó como superhéroes.
A pesar de que convivió con ellos, los utilizó como una herramienta, más que seres humanos.
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