Este lunes, un total de 77 ganadores del Premio Nobel enviaron una carta abierta en la que expresan su oposición al nombramiento de Robert Kennedy Jr. como secretario de Salud de Estados Unidos (EE. UU.), por razones como su “falta de experiencia” y su posición antivacunas.
“Visto su historial, poner al señor Kennedy al frente del Departamento de Salud representaría un riesgo para la salud pública”, manifestaron los 77 premios nobel de Medicina, Física, Química o Economía en su carta a los senadores estadounidenses.
De acuerdo a The New York Times, se trata de la primera misiva en la que un grupo de galardonados cierran filas contra una elección del Gabinete, según Richard Roberts, ganador del Nobel de Fisiología y Medicina en 1993. Roberts, que formó parte de los integrantes que redactaron el documento, explicó que el laureado club de investigadores y académicos no suele pronunciarse públicamente en cuestiones políticas.
Según Roberts, la nominación de Kennedy, un crítico acérrimo de la medicina convencional y las grandes multinacionales farmacéuticas, conocidas como Big Pharma, representa una amenaza que los premios Nobel no pueden ignorar.
En varias ocasiones, Kennedy ha mostrado su desacuerdo con los científicos y a los organismos cuya supervisión recae en el Departamento de Salud. “Estos ataques políticos a la ciencia son muy perjudiciales. Hay que levantarse y protegerla”, aseguró Roberts.
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Entre el grupo firmante también está Drew Weissman, nobel de Medicina en 2023 por su trabajo en el desarrollo de vacunas de ARN mensajero, decisivas en la lucha contra el COVID-19.
Robert Kennedy Jr., sobrino del presidente asesinado John F. Kennedy, hizo campaña durante un tiempo como candidato presidencial antes de unirse a Donald Trump.
El republicano lo recompensó otorgándole una cartera ministerial, pero este nombramiento debe someterse a una votación en el Senado, como exige la Constitución.
Robert Kennedy Jr; antivacunas y conspiranoico
Kennedy es un antiguo abogado de derecho ambiental sin formación científica. Durante su carrera ha propagado teorías conspirativas sobre las vacunas contra el COVID-19 y supuestos vínculos entre vacunación y autismo. Además, ha abogado para que no se le añada flúor al agua del grifo, a pesar de que existe evidencia de que es un gran éxito sanitario en la lucha contra la caries.
“Además de su falta de cualificación o experiencia relevante en los campos de la medicina, la ciencia, la salud pública o el gobierno, Kennedy se ha opuesto a muchas vacunas que han permitido proteger la salud y salvar vidas, como las del sarampión y la poliomielitis”, denuncian los firmantes.
Entre los argumentos de los Premios Nobel es que “carece de credenciales” en medicina, ciencia o administración, para dirigir el departamento responsable de proteger la salud pública y financiar la investigación biomédica.
“Poner al Sr. Kennedy al frente del DHHS [siglas en inglés del Departamento de Salud y Recursos Humanos] socavaría el liderazgo mundial de Estados Unidos en las ciencias de la salud”, advierte la carta.
En caso de que el Senado acepte su postulación, Kennedy dirigirá un departamento formado por 13 agencias federales con un total de 80 mil empleados, y del que depende no solamente la política sanitaria del país, sino también la regulación de medicinas y alimentos, así como los principales programas públicos de cobertura sanitaria, Medicare y Medicaid.
La comunidad científica criticó fuertemente su nominación e incluso varios miembros recordaron su responsabilidad en uno de los peores brotes de sarampión de los últimos tiempos, al inundar Samoa de información errónea, lo que provocó que la tasa de vacunación cayera en 2018 a un nivel peligrosamente bajo. Al año siguiente, cuando un viajero llevó el sarampión a las islas, la enfermedad hizo estragos entre la población, contagiando a más de cinco mil 700 personas y matando a 83, la mayoría niños pequeños.
La polémica administración de Trump
Además de Kennedy, varias de las elecciones de Donald Trump para su administración han generado polémica. Por ejemplo, la de Pete Hegseth, exmilitar y presentador de Fox News, para dirigir el Pentágono pese a las acusaciones de agresión sexual y consumo excesivo de alcohol.
Matt Gaetz, su primera opción para el puesto de fiscal general, se vio obligado a retirarse tras las acusaciones de haber mantenido relaciones sexuales con una menor.
Por si fuera poco, Trump nombró a Musk y al excandidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy como los titulares del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental, una entidad que Trump indicó que operará fuera de los confines del gobierno.
El cargo tendría el objetivo de crear un gobierno más eficiente, con lo que el hombre más rico del mundo tendrá aún más influencia federal.
La medida fue criticada por Public Citizen, una ONG progresista de derechos del consumidor que desafió varias de las políticas del primer mandato de Trump.
“Musk no solo no sabe nada sobre la eficiencia y la regulación del gobierno, sino que sus propias empresas han infringido con regularidad las mismas normas que él estará en condiciones de atacar en su nuevo puesto de ‘zar’”, dijo Lisa Gilbert, copresidenta de Public Citizen, en un comunicado. “Esto es la corrupción corporativa por excelencia”.