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Internacional

Marine Le Pen, líder de la ultraderecha en Francia, promete no rendirse tras condena por malversación de fondos

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Ricardo García

La líder de extrema derecha francesa Marine Le Pen fue inhabilitada para postularse a uncargopolítico durante cinco años después de que el Tribunal de París la declarara culpable de malversación de fondos de la Unión Europea, en una decisión termina totalmente con sus esperanzas de ganar la presidencia en 2027.

Ante esto, y frente a unos 10,000 simpatizantes de su partido Agrupación Nacional (RN), que abarrotaron la Plaza Vauban en París, Le Pen calificó su condena como una “decisión política” y una “caza de brujas”; además, prometió no rendirse tras una sentencia.

Le Pen, quien partía como la favorita para las próximas elecciones, también recibió una sentencia de cuatro años de prisión, dos de ellos en suspenso, que cumplirá bajo arresto domiciliario, y al pago de una multa de 100,000 euros (108,000 dólares). Sin embargo, su abogado reveló que la funcionaria presentará una apelación ante la condena.

Su partido, Agrupación Nacional (RN), recibió una multa de 2 millones de euros en multas por los 4.1 millones de euros que se le acusa de malversar.

Al respecto, la presidenta del tribunal, Bénédicte de Perthuis, declaró que las acciones de Le Pen constituían un “ataque grave y duradero a las reglas de la vida democrática en Europa, pero especialmente en Francia”. Añadió que la prohibición inmediata de Le Pen de presentarse como candidata a un cargo público estaba vinculada al “malestar público democrático” que resultaría de la elección de una persona condenada por malversación de fondos.

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Marine Le Pen también insistió en que “ha sufrido un proceso político” y criticó “la brutalidad” de la Unión Europea y la parcialidad de la Fiscalía francesa.

Había que eliminarme de la vida política y sin la posibilidad de recurso”, aseguró tras su inhabilitación para optar a un cargo público durante cinco años, que espera ver rebajada en una apelación que se decidirá en 2026.

Jordan Bardella, su principal lugarteniente, afirmó que la decisión judicial tenía como objetivo “eliminarla de la carrera presidencial” de 2027.

Francia: Cuatro primeros ministros en un año

Macron intenta contener la crisis política en la que Francia lleva tiempo sumida. En lo que va de 2024, cuatro personas distintas han ocupado el cargo de primer ministro. Élisabeth Borne inició el año en el puesto, que ocupaba desde 2022, pero en enero de este año, presentó su renuncia en medio de una renovación de gabinete.

Al salir Borne, Macron nombró rápidamente a Gabriel Attal, que se convirtió en el primer ministro más joven de la historia de Francia, con 34 años. Sin embargo, Attal no consiguió revitalizar al Gobierno y el partido de Macron perdió las elecciones legislativas de julio. Ante esto, el joven ministro presentó su renuncia.

Entonces, llegó el turno de Michel Barnier, un nombre que Macron acordó con la extrema derecha en septiembre. Este nombramiento molestó a la izquierda, ganadora de las elecciones, que se había quedado sin voz ni voto en la elección del Ejecutivo. Tres meses después, la etapa de Barnier llegó a su fin, porque la extrema derecha le soltó la mano y apoyó una moción de censura presentada por la izquierda.

Ahora es el turno de François Bayrou, un perfil que no convence a la izquierda, pero que la extrema derecha ya dio su beneplácito. La fuerza política de Marine Le Pen mantiene sus dudas hacia el nombramiento, pero señaló que de momento no presentará ni apoyará ninguna nueva moción de censura. Aunque eso sí, la formación advirtió que sus “líneas rojas” siguen siendo las mismas.

¿Cómo funciona el sistema semipresidencialista francés?

Al tener un sistema semipresidencialista, Francia tiene un presidente y un primer ministro. El presidente suele ser una figura de unidad nacional y representante de Francia en el exterior. Sin embargo, a diferencia de otros países con este sistema, el presidente sí es elegido por medio del voto, por lo que goza de esa legitimidad. Por otro lado, el primer ministro de Francia se ocupa de asuntos de política interna en el país. Es por eso que el presidente y el primer ministro deben de coordinarse para el correcto funcionamiento del Gobierno.

Cuando el presidente consigue, por medio de mayorías en la Asamblea General, que el primer ministro sea de su mismo partido, este consigue un poder superlativo. Este fue el caso en los primeros años de presidente de Emmanuel Macron, donde el jefe de Estado tuvo mucho margen de maniobra. Sin embargo, las últimas elecciones legislativas de julio dejaron a su partido sin mayoría en la Asamblea General. Es por eso que, para poder nombrar a un nuevo primer ministro, Macron ahora tiene que negociar con la izquierda o la extrema derecha.

La Asamblea Nacional está constituida por 577 diputados. La izquierda fue la gran vencedora de las elecciones legislativas de julio, al obtener 182 escaños. Después le siguieron las fuerzas políticas centristas, entre ellas el partido de Macron, con 168. La extrema derecha se hizo con 143 escaños y 84 asientos fueron para el resto de los partidos.

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