Las nubes densas de hidrógeno y polvo en la constelación Serpens, a 6.500 años luz de la tierra, llamadas ‘Pilares de la creación’.
Los grandes telescopios han captado las imágenes de la creación, las más famosas han sido captadas por el observatorio de Hubble en 1995 y 2014.
El telescopio infrarrojo es capaz de ver más allá de los efectos de dispersión de luz que tiene el polvo de los pilares para examinar la actividad de los soles recién nacidos.
El profesor Mark McCaughrean quien es consejero senior de Ciencia para la Agencia Espacial Europea comentó en entrevista para la BBC “Llevo estudiando la nebulosa del Águila desde mediados de los años 90, intentando ver ‘dentro’ de los pilares que mostró el Hubble, buscando nuevas estrellas dentro de ellos”.