Durante una conferencia de prensa en conjunto con el secretario de Estado de Estados Unidos (EE. UU.), el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, dio a conocer que su país aumentará en 40 por ciento los vuelos de deportación de guatemaltecos y migrantes de otras nacionalidades provenientes del país norteamericano.
Además, también comunicó que acordaron crear una fuerza de tarea para el control y protección de las fronteras ubicadas al oriente del país, en donde comparten frontera con Belice. La nueva autoridad, integrada por miembros de la Policía Nacional y el Ejército, tendrá como misión combatir “todas las formas de delincuencia transnacional”.
Arévalo argumentó que el crecimiento en porcentaje de recepciones se debe a un nuevo acuerdo migratorio con EE. UU., pero aseguró que esto no significa que Guatemala se convierta en un “tercer país seguro” para los norteamericanos, situación que se da cuando un país rechaza recibir sus migrantes connacionales, por lo que un tercer país seguro interviene para acogerlos.
Como parte de su primer viaje diplomático, Rubio visitó cinco países centroamericanos, incluidos El Salvador y Guatemala.
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El viaje se produce en un momento en que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha hecho de la detención de la migración hacia Estados Unidos una de sus principales prioridades y ha promulgado una serie de directivas, entre ellas la orden de enviar miles de tropas más a la frontera sur de Estados Unidos.
Decenas de miles de migrantes de Centroamérica intentan viajar a Estados Unidos cada año. Sin embargo, según datos de Aduanas y Protección Fronteriza, el número de encuentros fronterizos con personas de los países del Triángulo del Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala) disminuyó en 2024.
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