Google Quantum AI redefine la computación cuántica con el chip Willow

La computación cuántica ha dado un paso trascendental con el desarrollo del chip Willow por parte de Google Quantum AI; este avance promete revolucionar áreas como la encriptación, la investigación de nuevos materiales y el aprendizaje automático.

A diferencia de los ordenadores clásicos, que operan con bits binarios (1 y 0), los qubits permiten estados de superposición, ofreciendo un potencial computacional incomparable.

Sin embargo, esta tecnología enfrenta grandes desafíos debido a la propensión a errores, causada por interferencias internas y externas. Stefan Filipp, profesor en la Universidad Técnica de Múnich (TUM), subraya que aunque la tasa de errores se ha reducido considerablemente, ésta aún limita el funcionamiento prolongado de algoritmos cuánticos.

El chip Willow, desarrollado por Google Quantum AI, representa un avance significativo en este campo.

Este procesador, compuesto por 105 qubits superconductores, emplea códigos de superficie para corregir errores cuánticos de manera más eficaz que sus predecesores; según un estudio publicado en Nature, este enfoque permite reducir las tasas de error por debajo de umbrales críticos, acercándonos a sistemas cuánticos escalables y aplicables.

El potencial del chip Willow de Google Quantum AI

El equipo liderado por Hartmut Neven, director de Google Quantum AI, señala que Willow podría allanar el camino hacia una computación cuántica práctica. Esta tecnología podría revolucionar campos como el diseño de baterías, la energía de fusión y el descubrimiento de fármacos. Sundar Pichai, CEO de Google, enfatizó en X que Willow es un paso clave para construir ordenadores cuánticos con aplicaciones tangibles.

A pesar de este progreso, se requieren avances adicionales para superar las limitaciones actuales. Se calcula que serán necesarios entre 100.000 y un millón de qubits para realizar cálculos fiables a gran escala. Michael Hartmann, de la Universidad Friedrich-Alexander de Erlangen-Nürnberg, explica que la corrección de errores debe mejorar significativamente para garantizar la estabilidad de los sistemas.

El debate sobre universos paralelos

Una declaración de Hartmut Neven ha suscitado debates sobre la naturaleza de la computación cuántica; el fundador de Google Quantum AI sugirió que el rendimiento del chip podría estar vinculado al concepto de multiverso, una teoría que implica interacciones entre universos paralelos.

Esta hipótesis, basada en la interpretación de muchos mundos de la mecánica cuántica, ha sido objeto de escepticismo por parte de otros expertos.

Aunque fascinante, esta teoría no es esencial para explicar el funcionamiento de los ordenadores cuánticos, que también pueden interpretarse bajo marcos más convencionales como la teoría de Copenhague. Lo que queda claro es que el avance del chip Willow marca un hito en el desarrollo de tecnologías cuánticas.

Una carrera global hacia el futuro

La computación cuántica es una prioridad estratégica para países como Estados Unidos y China, que han invertido miles de millones de dólares en este campo; Olivier Ezratty, experto en tecnologías cuánticas, estima que la inversión global en los últimos cinco años asciende a 20.000 millones de dólares.

Aunque el camino hacia aplicaciones prácticas es largo, los avances logrados por Google Quantum AI con el chip Willow refuerzan la promesa de una nueva era tecnológica.

La computación cuántica está más cerca que nunca de transformar el panorama científico y tecnológico global.

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