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El Niño llega a su fin…

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Daniel García

El fenómeno de El Niño ha llegado a su fin, y sus repercusiones afectarán significativamente el clima global; El Niño, un patrón climático natural caracterizado por temperaturas oceánicas más cálidas de lo habitual en el océano Pacífico tropical, ha dominado el clima mundial desde principios del verano pasado.

Este fenómeno alcanzó un superestatus a principios de este año, incrementando las temperaturas globales durante el año más caluroso registrado y afectando otros fenómenos meteorológicos.

Con la desaparición de El Niño, su opuesto, La Niña, se prepara para tomar protagonismo a finales de este verano; actualmente, ni La Niña ni El Niño están presentes, y ha comenzado la fase neutral, según el Centro de Predicción Climática de la NOAA.

Sin embargo, se anticipa que La Niña se intensificará durante el verano, posicionándose firmemente en septiembre, coincidiendo con el pico de la temporada de huracanes.

El Niño y La Niña

El cambio de El Niño a La Niña podría resultar en un verano sofocante en Norteamérica.

Los veranos de La Niña que siguen a los inviernos fuertes de El Niño han sido históricamente algunos de los más calurosos registrados en Estados Unidos; este verano no será una excepción, con temperaturas superiores al promedio previstas en casi todos los 48 estados continentales.

Las condiciones sofocantes ya han comenzado en el oeste, y una oleada de calor similar a la de julio se extiende por la mitad oriental del país.

La transición a La Niña no es el único factor que influye en las temperaturas durante la época más calurosa del año. El cambio climático global, impulsado por la contaminación por combustibles fósiles, también contribuye al aumento de las temperaturas.

Además del calor más intenso, los pronósticos estacionales indican una preocupante tendencia de sequía en gran parte del oeste de Estados Unidos; se esperan condiciones más secas de lo normal en muchos estados del oeste y partes de las llanuras, lo que podría agravar la sequía existente.

Efectos en la Temporada de Huracanes

La desaparición de El Niño también tendrá importantes repercusiones en el océano Atlántico, siendo una de las razones principales para anticipar una temporada de huracanes hiperactiva.

El Niño tiende a crear vientos hostiles en los niveles superiores que desintegran las tormentas, mientras que La Niña hace lo contrario, permitiendo el desarrollo de más tormentas; sin El Niño para frenar las tormentas, las costas estadounidenses podrían quedar más vulnerables esta temporada.

Las temperaturas récord del agua del océano Atlántico podrían actuar como combustible para las tormentas, ayudándolas a formarse, fortalecerse y sobrevivir, el Atlántico no es el único océano afectado.

Durante el año pasado, El Niño ayudó a elevar la temperatura media mundial de los océanos a niveles récord; es posible que La Niña eventualmente tenga un efecto de enfriamiento en los océanos del mundo, nivelando parte del calentamiento descontrolado del año pasado, aunque este proceso será lento.

El Legado de El Niño

El Niño llegó en junio de 2023 y se convirtió en uno de los más fuertes registrados, influenciando el clima global durante su existencia de un año. Este patrón climático ayudó a elevar las temperaturas del aire y del océano a niveles récord mundialmente.

Cada mes desde junio de 2023 hasta mayo de 2024 fue el mes más caluroso registrado, según informes de CNN.

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