Arthur Schopenhauer, conocido como el filósofo del pesimismo, ofreció una perspectiva única sobre la naturaleza de las relaciones humanas; en su colección de ensayos “Parerga y Paralipómena” de 1851, introdujo la parábola del dilema del erizo, una analogía que ha resonado profundamente en el estudio de las dinámicas interpersonales.
Este dilema, que explora la dificultad de encontrar un equilibrio entre la cercanía y la distancia en las relaciones, sigue siendo relevante en la actualidad.
Schopenhauer sostenía que todo en el mundo estaba impulsado por la voluntad, un deseo incesante de vivir que, según él, nos condenaba a oscilar entre el sufrimiento y el aburrimiento.
Esta visión se refleja en el dilema del erizo, donde se describe cómo los erizos, en un día helado de invierno, se acercan unos a otros para compartir calor, solo para ser lastimados por las púas del otro y retroceder.
Este ciclo de acercamiento y alejamiento simboliza la naturaleza compleja y a menudo dolorosa de las relaciones humanas.
Aplicaciones modernas del Dilema del Erizo
Diversas disciplinas han encontrado eco en el dilema del erizo y lo han utilizado como herramienta para comprender mejor las relaciones humanas.
La psicóloga Deborah Luepnitz, en su libro “Los erizos de Schopenhauer: la intimidad y sus dilemas”, narra cómo esta parábola ayudó a sus pacientes a normalizar sus conflictos internos respecto a la intimidad.
A través de esta parábola, muchos han encontrado consuelo al entender que la soledad y la dificultad en las relaciones no son fallas personales, sino condiciones humanas universales.
Sigmund Freud también popularizó esta parábola en su obra “Psicología de grupo y análisis del yo“, al discutir la ambivalencia de los sentimientos en las relaciones a largo plazo.
Freud argumentó que el afecto puro no existe; en el amor hay odio y en el odio, amor.
Numerosos estudios sobre la dinámica interpersonal han considerado fundamental esta perspectiva, incluyendo el trabajo de Jon Maner y sus colegas, quienes examinaron cómo las personas responden al ostracismo en su estudio ‘¿La exclusión social motiva la reconexión interpersonal? Resolviendo el ‘problema del erizo’.
Relevancia cultural
El dilema del erizo también ha sido ampliamente referenciado en la cultura popular.
La serie anime “Neon Genesis Evangelion” presenta esta parábola para explicar la tendencia del personaje principal, Shinji Ikari, a alejarse para evitar ser herido.
Esta referencia cultural subraya la importancia de encontrar una distancia adecuada en las relaciones para evitar el dolor emocional.
Además, Elizabeth Gilbert, en la serie de PBS “This Emotional Life”, mencionó cómo los erizos que aprenden a generar su propio calor pueden mantener relaciones seguras sin vivir en aislamiento.
Este concepto, según Gilbert, es clave para la felicidad: la capacidad de generar bienestar interior permite a las personas mantener una distancia saludable en sus relaciones sin sentirse solas.
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