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Internacional

“Canadá no está a la venta”, con una gorra desafían a Donald Trump

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Daniel García

La relación entre Estados Unidos y Canadá se ha tensado tras las polémicas declaraciones de Donald Trump, quien amenazó con imponer aranceles del 25% a productos canadienses y sugirió la anexión del país como el estado 51 de Estados Unidos.

Estas declaraciones han inspirado una respuesta contundente en forma de un mensaje viral: Canadá no está a la venta.

Un mensaje que unifica a Canadá

Liam Mooney, fundador de una empresa de diseño en Ottawa, creó una gorra con la frase “Canadá no está a la venta” como respuesta a las declaraciones de Trump.

Este artículo, lucido por el primer ministro de Ontario, Doug Ford, durante una reunión con Justin Trudeau y líderes provinciales, se convirtió rápidamente en un símbolo de unidad nacional.

Desde su aparición pública, las gorras han generado un impacto masivo. Mooney reportó que su empresa ha recibido decenas de miles de pedidos a través de su sitio web.

“Es una oportunidad para unir a las personas de toda la sociedad civil, independientemente de la persuasión política”, comentó el empresario.

Aranceles y soberanía en juego

Los aranceles propuestos por Trump no solo representarían un golpe a la economía canadiense, sino que también elevarían los costos de bienes como el petróleo en Estados Unidos.

Este contexto llega en un momento de inestabilidad política en Canadá, con el primer ministro Trudeau enfrentando un inminente retiro y los conservadores liderando las encuestas electorales.

El diseño de las gorras surgió tras una entrevista de Ford en Fox News, donde el presentador sugirió que Canadá considerara la anexión como un “privilegio”.

Ford rechazó rotundamente la idea, reafirmando que Canadá no está a la venta.

Respuesta en el escenario global

En el Foro Económico Mundial en Davos, Trump reafirmó su exigencia de “respeto” hacia Canadá, refiriéndose a Trudeau como “gobernador”, un gesto que avivó las tensiones. Mooney respondió que la soberanía canadiense no puede ser negociada ni amenazada.

“Nuestra dignidad merece respeto, y contamos con aliados dispuestos a defendernos”, enfatizó.

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