El ejército ruso bombardeó el domingo el centro de Sumy, una ciudad ucraniana cercana a la frontera, y mató al menos a 34 personas, incluidos dos menores de edad. Los misiles balísticos impactaron mientras cientos de civiles asistían a misas por el Domingo de Ramos, según confirmaron autoridades locales.
El Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania reportó además 117 personas heridas. Este fue el ataque más letal del año desde que inició la guerra.
Un proyectil alcanzó una universidad. Otro estalló en pleno centro, sobre una calle con peatones. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, responsabilizó directamente al Kremlin y exigió una respuesta internacional contundente.
“Rusia busca este tipo de terrorismo. Sin presión real, no hay paz posible (…) Solo una escoria inmunda puede actuar así, arrebatando la vida a la gente común”, declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Funcionarios ucranianos denunciaron el uso de municiones de racimo, diseñadas para detonar en el aire y causar el mayor número de víctimas. “La segunda explosión ocurrió justo sobre la multitud. Iba dirigida a matar civiles”, acusó el jefe militar regional.
El bombardeo ocurrió dos días después de una reunión en Moscú entre Vladímir Putin y Steve Witkoff, un exfuncionario de la administración Trump. Un video mostró a ambos intercambiando apretones de mano y sonrisas, antes de una reunión privada de cuatro horas.
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Incluso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, considerado como afín a Putin, calificó de “error” el ataque con misiles que mató al menos a 34 personas.
Desde hace tiempo, Rusia ha asegurado que sus objetivos son estrictamente militares, aunque periodistas y organizaciones independientes han documentado con frecuencia ataques directos rusos sobre zonas e instalaciones civiles, en esta ocasión en un parque con niños pequeños.
Durante las últimas semanas, el Kremlin intensificó sus ataques contra zonas civiles. Krivói Rog también fue atacada el miércoles en un ataque que causó la muerte de cuatro personas. El jueves, un ataque con drones rusos contra la ciudad oriental de Járkov también causó la muerte de cuatro personas, según el alcalde de la ciudad.
El ataque a la ciudad natal del presidente Volodímir Zelenski fue uno de los más letales de Moscú este año en el conflicto, iniciado con la invasión a gran escala de Ucrania por parte del Kremlin en febrero de 2022.
Rusia defendió que el ataque tenía por objetivo un grupo militar, pero los testigos desmintieron toda presencia de soldados en la zona durante la ejecución del ataque.
En el restaurante acababan de celebrar un encuentro de profesionales del sector de belleza, cuya celebración ya estaba planeada con antelación, de acuerdo a los testigos.
Rusia y Ucrania están en guerra desde febrero de 2022, cuando Rusia invadió por primera vez territorio ucraniano.
Según cifras del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania, desde el comienzo de la guerra se estiman pérdidas de más de 768,000 tropas rusas. Las estadísticas no especifican muertos o heridos, aunque el consenso general es que incluye muertos, heridos, desaparecidos y capturados.
Noviembre y diciembre registraron el saldo más significativo, con un máximo diario de 2,030 soldados rusos perdidos en noviembre (el más alto desde el comienzo de la invasión a gran escala de Rusia en 2022), según el Estado Mayor ucraniano.
A principios de diciembre de 2024, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que Ucrania había perdido 43,000 soldados en el campo de batalla desde el comienzo de la guerra.