La bandera de Alemania ondea ante la sede del Banco Federal.La bandera de Alemania ondea ante la sede del Banco Federal.

La economía de Alemania cerró el 2024 con una contracción del 0.2% del PIB, según dio a conocer este miércoles la Oficina Federal de Estadísticas. Con esto, la economía más grande de Europa acumula ya dos periodos anuales en recesión, tras la caída del 0.3% registrada en 2023. A un mes de las elecciones federales en el país, la economía alemana confirma su debilidad, cuando en el pasado reciente era garantía de estabilidad.

Alemania comenzó el 2024 con optimismo, al crecer ligeramente la economía en el primer trimestre. Sin embargo, esta expansión no fue sostenida y cayó para el segundo periodo trimestral. En el tercer trimestre volvió a crecer, pero al cierre de año se reportó una nueva caída. Esta es apenas la segunda vez en la historia reciente que Alemania cierra dos años consecutivos con recesión. El antecedente más cercano fue en 20o2 y 2003, cuando la economía alemana se vio fuertemente perjudicada por una crisis de desempleo.

La presidenta de la Oficina Federal de Estadísticas, Ruth Brand, ofreció su propio diagnóstico de la situación. La funcionaria señaló que hubo “cargas económicas y estructurales” que se interpusieron en el crecimiento. Estas barreras fueron, según indicó, “la creciente competencia para la industria exportadora alemana en importantes mercados de venta, los elevados costes de la energía, unos tipos de interés altos y unas perspectivas económicas inciertas”.

¿Cuáles son los motivos detrás de la recesión de Alemania?

La explicación detrás de la contracción económica alemana son variadas. Para empezar, Alemania fue uno de los países que menos tuvo claro su ruta de acción después de la invasión de Rusia a Ucrania. En los años previos a la agresión del 2022, Alemania había estrechado sus relaciones económicas y políticas con Moscú. La dependencia alemana del gas ruso hicieron muy difícil que el país germánico se distanciara de Rusia.

El gobierno socialdemócrata de Olaf Scholz logró hacer malabares políticos ante la presión del resto de Occidente y Alemania cerró 2022 con un crecimiento del PIB del 1.9%. Sin embargo, su relación con Rusia se fue deteriorando naturalmente, a la vez que la destrucción del gasoducto Nord Stream terminó por enrarecer la situación. Desde entonces, Alemania comenzó a sufrir, como el resto de Europa lo ha hecho, los estragos de la subida en el precio de la energía.

En cuanto a factores internos, la crisis en la industria automotriz también mermó el crecimiento económico de Alemania. Actores como China han entrado con fuerza en el sector automotriz, desplazando a industrias europeas. También muchas empresas han quebrado y la capacidad de exportación ha disminuido de manera importante. El sector químico y el de la vivienda también presentan una crisis en estos momentos.

A todo esto se le suma el factor político, ya que Alemania estuvo gobernada estos dos años por una coalición de tres partido, que difícilmente se ponían de acuerdo en lo económico. Los Socialdemócratas buscaban regulaciones, los Liberales mayor indulgencia y los verdes impulsar la agenda ecológica. Este gobierno llegó a su fin hace apenas unos meses, al no ser capaz de presentar los presupuestos para 2025 y Alemania celebrará elecciones este 23 de febrero.

La derecha lidera las encuestas

Las próximas elecciones en Alemania, programadas inicialmente para septiembre de 2025, se celebrarán este 23 de febrero tras la disolución del parlamento. En estos momentos, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), de centro derecha, lidera las encuestas, con Friedrich Merz a la cabeza. Los democratacristianos intentarán sacar ventaja de la problemática administración de Scholz, en la que Alemania se ha visto castigada económicamente. De esta manera, la CDU intentará regresar al poder solo cuatro años después de que Merkel dejara el cargo.

Otro asunto interesante de será ver qué tanto crecerá Alternativa para Alemania, el partido de extrema derecha que ya tiene el poder en algunos gobiernos regionales, como en Turingia. Los ultras alemanes han ido creciendo en los últimos años, pero el resto de partidos ha cerrado la puerta a gobernar con ellos. Ahora, el partido liderado por Alice Weidel buscará pisar todavía con más fuerza en febrero, para forzar una negociación con ellos de cara a la formación del próximo Ejecutivo.

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