El 6 de mayo de 2009, el mundo del futbol se paralizaba ante la semifinal de la UEFA Champions League, que enfrentaba al Chelsea y al Barcelona en Stamford Bridge, casa de los ‘Blues’.
Blues y culés nos regalaron uno de los partidos más icónicos de los últimos 20 años. No solo por las obras de arte de Michael Essien y Andrés Iniesta, sino porque el árbitro de dicho encuentro, Tom Henning Øvrebø fue el protagonista de manera negativa.
Hoy se cumplen 15 años de aquel encuentro que marcó tanto a la afición del Barcelona como a la del Chelsea.
¿Qué paso en Stamford Bridge?
El arbitraje de Tom Henning Øvrebø fue duramente señalado por favorecer al Barcelona durante dicho encuentro.
Al minuto 24, se señaló una falta de Dani Alves sobre Malouda, misma que debió ser señalada como penal. No obstante, el árbitro otorgo falta fuera del área.
3 minutos más tarde, Abidal y Didier Drogba forcejearon dentro del área y el delantero marfileño fue derribado dentro de la misma. Henning no marco penal.
En dos ocasiones más, los jugadores del Chelsea exigieron penal en su favor, sin embargo, las jugadas en cuestión eran sumamente complicadas de juzgar en una época en la que no existía el VAR.
No obstante, el verdadero ‘escándalo’ llego en la recta final del encuentro. Al minuto 82, Nicolás Anelka ingreso al área y el defensor central español, Gerard Piqué, corto el avance con la mano y Tom Henning Øvrebø decidió no sancionar.
El Chelsea ganaba el partido, sin embargo, un gol antológico de Andrés Iniesta en el tiempo agregado, mandaba al Barcelona a la final de la UEFA Champions League en el Olímpico de Roma.
Todo parecía estar definido, pero en una de las últimas jugadas del encuentro, al minuto 95, un disparo de Michael Ballack dentro del área, impactaba el brazo de Éric Abidal, cortando así una ocasión manifiesta de gol. Una vez más, Øvrebø, quien se encontraba a tan solo unos pasos, decidió no sancionar
Barcelona se clasificó gracias al gol de visitante.
¿Fue realmente un robo?
Si bien los partidos a este nivel siempre generan controversia, este encuentro ha pasado a la historia como uno de los más grandes escándalos de arbitraje de la Champions League. De todas las jugadas señaladas por la directiva del Chelsea, las únicas realmente ‘claras’ son las manos de Piqué y Abidal. No obstante, esas dos jugadas eran suficientes para meter al Chelsea a la final de la Champions League por segundo año consecutivo.
También cabe mencionar que para muchos aficionados del Barcelona, el Chelsea se vio beneficiado por el arbitraje en el partido de ida. En aquel encuentro, no se sancionó un posible penal sobre Thierry Henry. Además de un fuera de lugar inexistente de Samuel Eto’o que corto una jugada clara de gol.
A la postre, el Barcelona se coronó por tercera ocasión en la Champions League, esta vez ante el Manchester United.
¿Y tú? ¿Crees que fue un robo aquel encuentro en Stamford Bridge?
Con información de UEFA.
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